Cada vez me da más tirria leer la prensa madrileña. Imagino que será cuestión de poder vender periódicos, porque sino, no entiendo la poca objetividad de los periodistas.
Esta semana el colegiado Turienzo Álvarez ha perjudicado gravemente al Barcelona, no pitando un penalti un poco más que claro. En este sentido, en el diario Marca, Amalio Moratalla, escribe lo siguiente:
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Se tragó un penalti, de acuerdo. En el minuto 90, de acuerdo. La mano de Raúl Rodríguez dentro del área pequeña fue clamorosa, de acuerdo. Puede ser una jugada que marque la Liga, de acuerdo. Pero, por favor, todos esos comentarios sobre la honradez arbitral de Turienzo Álvarez están de más. Al margen de que el penalti luego hay que meterlo, ¡qué más hubiera querido el colegiado que estar colocado -él o su asistente- en una posición tan buena como la nuestra en el sillón de casa, con la tele en alta definición y diez repeticiones!
El Espanyol plantó cara al Barça con algo más que con un simple trabajo de contención. Fue un planteamiento valiente de Pochettino que acabó con un empate justo, al margen del penalti no señalado. Los méritos de los ‘periquitos’ fueron mucho más allá del error arbitral.
Me parece justo además valorar el comportamiento del Barcelona -por parte de su entrenador y de su presidente- que, pese a la importancia de la jugada (que le deja a cinco puntos del Real Madrid), no arremetió ni contra el árbitro, ni contra el estamento. Es un respeto que se agradece en este mundo en el que la culpa de los fracasos propios siempre es de otro. Pep sabe que su equipo no lo está haciendo bien fuera de casa esta temporada y eso le preocupa más que este error en el minuto 90.
Y puestos a valorar, me quedo también con las palabras del propio Raúl Rodríguez, el defensa españolista, que reconoció el manotazo al balón (cuando el remate de Pedro iba derecho a portería) sin tapujos de ningún tipo. No era fácil inventar un argumento distinto que fuera creíble, ¡pero hemos oído tantas cosas en la historia del fútbol!
Turienzo no se merece la nevera, ni la masacre, ni el ridículo. Sencillamente fue una jugada muy rápida a la que no llegó a tiempo para estar colocado en la diagonal que le hubiera permitido ver la mano y punto. Mientras no existan medios técnicos para ayudar a los colegiados en este sentido, su culpa será relativa. Bastante penitencia será para Turienzo ver en la tele la jugada repetida y darse cuenta de lo que vimos todos menos él, que era el juez: ¡Mano y penalti!
El Espanyol plantó cara al Barça con algo más que con un simple trabajo de contención. Fue un planteamiento valiente de Pochettino que acabó con un empate justo, al margen del penalti no señalado. Los méritos de los ‘periquitos’ fueron mucho más allá del error arbitral.
Me parece justo además valorar el comportamiento del Barcelona -por parte de su entrenador y de su presidente- que, pese a la importancia de la jugada (que le deja a cinco puntos del Real Madrid), no arremetió ni contra el árbitro, ni contra el estamento. Es un respeto que se agradece en este mundo en el que la culpa de los fracasos propios siempre es de otro. Pep sabe que su equipo no lo está haciendo bien fuera de casa esta temporada y eso le preocupa más que este error en el minuto 90.
Y puestos a valorar, me quedo también con las palabras del propio Raúl Rodríguez, el defensa españolista, que reconoció el manotazo al balón (cuando el remate de Pedro iba derecho a portería) sin tapujos de ningún tipo. No era fácil inventar un argumento distinto que fuera creíble, ¡pero hemos oído tantas cosas en la historia del fútbol!
Turienzo no se merece la nevera, ni la masacre, ni el ridículo. Sencillamente fue una jugada muy rápida a la que no llegó a tiempo para estar colocado en la diagonal que le hubiera permitido ver la mano y punto. Mientras no existan medios técnicos para ayudar a los colegiados en este sentido, su culpa será relativa. Bastante penitencia será para Turienzo ver en la tele la jugada repetida y darse cuenta de lo que vimos todos menos él, que era el juez: ¡Mano y penalti!
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Sinceramente, no he tenido ganas de leerlo entero, pero con el principio me vale. Enlace a la noticia:
Creo que es el momento de recordar, que el 15 de Abril de 2007, Turienzo Álvarez tuvo errores de bulto en contra del R.Madrid, en un Racing 2 - R.Madrid 1. En aquella ocasión, la portada del Marca fue la siguiente:
OBJETIVIDAD = CERO
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